17 noviembre 2014

DESPERTAR


El mundo es una emanación de tu propia mente. 
Lo que piensas de ti mismo lo piensas del mundo. 
Si estás lleno de ira, rencor, avaricia, y el resto de esas cosas, así es el mundo.
Si estás lleno de temor entonces el mundo te asusta. 
Si estás lleno de avaricia crees que todos los demás son codiciosos. 
El mundo es un reflejo de ti, eso es todo lo que es.
Tú has creado el mundo.

Cuando despiertas, ves un mundo nuevo. Estás en el cielo. 

Porque cuando despiertas te das cuenta de que el verdadero Ser trasciende el universo, de que el mundo es como un sueño. Existe, pero como un sueño.
El Sí mismo (el Ser), o la Consciencia, es la realidad, y yo soy eso.
Cuando despiertas puedes afirmar: "Yo soy eso". 
Ya no estás hablando de tu yo individual sino que estás hablando de todo el universo. Yo soy eso. 
Es por esto que una persona realizada sólo puede verse a sí mismo. 
No ve lo que ven los demás. 
Ve el amor, la armonía, la paz, la alegría, la felicidad. Simplemente porque ha descubierto su verdadera naturaleza como felicidad, consciencia pura, realidad absoluta. 
Ya no es el yo personal. Lo ha trascendido.
Nada externo puede sucederle de nuevo, como el nacimiento o la muerte o lo de en medio. El universo no prevalece para él. Porque es sin ego. Así es como traes la paz al mundo.

Cuando te identificas con la mente del cuerpo o del mundo, y crees que eres el hacedor, sigues viniendo de nuevo, una y otra vez, en diferentes fases de la evolución de los mundos. Este es el sueño de maya.

Estás viviendo en una vida de dualidad. Lo que significa que tienes que experimentar ambos. Así que vas hacia atrás y adelante, atrás y adelante, entrando en la sombra y luego de vuelta hacia el sol, nunca termina.

Mucha gente que están sufriendo, dicen: "Bueno pronto dejaré mi cuerpo y encontraré la paz"

Mientras la historia continúe, cuando salgas de tu cuerpo te tomas unas vacaciones, te tomas un descanso, donde revisas todas tus actividades kármicas. 
Te tomas un descanso, entonces eres o bien atraído de nuevo o vuelves voluntariamente a otro cuerpo, y continúas el juego, hasta que te hartas y te cansas.
Cuando te hartas y te cansas del juego, te conviertes en un buscador de la verdad y evolucionas de esa manera.

¿Qué hacer? ¿Cómo empezar ? 


Empiezas por echarte un buen vistazo a ti mismo, y revisar tu vida entera en retrospectiva. 

Pregúntate: "¿Quién ha pasado por todas estas experiencias?" 
Y te darás cuenta, "yo".
He tenido esta experiencia. Tuve esa experiencia. Nací, fui a la escuela, me fui a dormir, me casé, me divorcié. Siempre yo. 
¿Quién es este yo y de dónde ha venido? ¿Cómo ha surgido?
Comienzas a sentir que todos tus problemas están relacionados con el yo. Así que te dices a ti mismo, "Bueno, si me deshago de este yo, todo lo demás se irá también". Y eso es cierto. 
Por lo tanto, empiezas a buscar maneras de deshacerte del yo. 
Comienzas a entender que la única manera de librarte de este yo es cuestionarlo. "¿De dónde vienes yo? ¿Quién te dio a luz?" Y seguirlo hasta su origen.
Así que te haces a ti mismo la pregunta, "¿Qué es este yo? ¿De dónde viene? ¿Quién soy yo?" 
Si eres sincero sigues al yo hasta su origen, que es el Sí mismo (el Ser). El yo, o la personalidad, por lo tanto, se disuelve en el Sí mismo. Esto se llama despertar.
Todo lo que has hecho es llegar a ser tú mismo, eso es todo. No hay nada misterioso en ello. Todo lo que estás buscando está dentro de ti mismo. Solo has de sentarte en silencio y todo se hará cargo de sí mismo.

Robert Adams